Importancia de los Accionistas
Los accionistas son las personas propietarias de una parte o de la totalidad de una empresa, en la que el capital está conformado por los aportes o inversiones de diversos socios o accionistas.
Las organizaciones con fines de lucro pueden tener distintas denominaciones, como las sociedades anónimas (SA) sociedades de responsabilidad limitada (SRL). La posesión de la empresa recae en un conjunto de personas que reciben el nombre de accionistas y cuyo porcentaje de posesión puede diferir entre los socios. Un negocio pequeño o nuevo puede tener un solo accionista, mientras que una corporación puede tener cientos de accionistas individuales o colectivos, algunos de los cuales jamás han asistido a las instalaciones de la empresa.
Dado que la compañía es una persona jurídica diferente de la del dueño, el accionista no adquiere el derecho a utilizar como suyos los recursos de la empresa, aunque posea la mayor cantidad de acciones. Los accionistas no responden por las deudas que pueda tener la compañía, pero sí deben esperar a que se paguen todas las deudas antes de proceder a retirar sus dividendos, los llamados derechos económicos del accionista. En muchos casos presionan para retirar sus beneficios, en especial, en los casos de incertidumbre acerca del valor de la acción o cuando la empresa genera importantes flujos de efectivo.
A efectos operativos, los accionistas suelen delegar el control y la toma de las decisiones del accionar diario de la organización a equipos de gestión preparados para ello, entre los que se encuentran directores o gerentes, que son elegidos mediante votación del consejo de administración. Este procedimiento se le llama el derecho político del accionista.
En los consejos se reúnen todos los accionistas, no solo para elegir a la administración, también para analizar la situación de la sociedad, considerar las cuentas y balances del ejercicio en curso o anteriores, establecer las normas económicas de la compañía o tomar las decisiones necesarias para el cumplimiento del objeto social de la empresa, que figura en su contrato constitutivo. Se toman decisiones trascendentales para que la empresa avance hacia su objetivo y actúe conforme con lo estipulado por la ley.