Importancia de la Atención
La atención es una actividad mental muy importante para el correcto desarrollo de la conducta y del conocimiento del ser humano.
Pero ¿qué es la atención? ¿en qué consiste el proceso de atender? Es un ejercicio que se realiza de manera inconsciente y automática, por lo que no logramos darnos cuenta de la cantidad de veces que la accionamos a diario. La atención es el proceso por el cual la mente humana enfoca toda la energía, o gran parte de ella, en respuesta a un estímulo externo o interno.
Es el proceso cognitivo encargado de seleccionar a qué estímulos derivar la energía y cuáles dejar pasar, sin que nosotros lo percibamos de manera consciente. Por ejemplo, si estamos leyendo y escuchamos una bocina que suena, nuestra atención se desviará o no y eso depende de la respuesta de la mente respecto a la intensidad del estímulo.
A pesar de que, en la mayoría de los casos, el proceso de cambio de foco en la atención es involuntario e inconsciente para el hombre, existe también la posibilidad de cambiarlo de manera voluntaria y por elección. En ese caso se trata de la atención selectiva.
¿Cuándo es importante la atención?
La atención es un proceso cognitivo y resulta clave en el ámbito educativo, dado que permite decodificar la información, filtrar o seleccionarla, interpretarla y almacenarla.
Resulta indispensable que, desde niños, se pueda ejercitar la atención selectiva y voluntaria para desarrollar la capacidad de concentración en los momentos de estudio o aprendizaje, aun cuando se presenten estímulos que tiendan a distraerlo.
Además de los ámbitos más formales, también en lo cotidiano se desarrollan procesos cognitivos de atención, ya sea para sostener una conversación, escuchar la radio, mirar la televisión, manejar o contestar un mensaje, entre otros.
Las claves de la atención
Si no tuviéramos la capacidad de atender es muy probable que no podríamos realizar la gran mayoría de las tareas ejercemos en el día, como tampoco podríamos comunicarnos en forma fluida y constante como lo hacemos.
Cualquier aprendizaje intelectual sería imposible de realizar sin la atención como modo de apuntalamiento. Al ser una capacidad, es posible desarrollarla y mejorarla con la práctica.